Hace un par de semanas os contamos que, poco a poco, nos gustaría que pudierais conocer los diferentes acabados y aplicaciones de nuestra piedra.
A pesar de que, como sabéis, una de las principales virtudes de nuestra piedra, además de que nuestra cantera es una fuente prácticamente inagotable, es su color. Siempre homogéneo y con una tonalidad grisácea apta para combinar con cualquier color, elemento y, por supuesto, otros materiales.
Hoy le toca el turno a nuestro acabado “al corte”, uno de nuestros acabados menos manipulados y más similar al primer corte de la torta de piedra.
Acabado “al corte”, la representación de la naturalidad en nuestros acabados.
Este tipo de acabado es, probablemente el que más se asemeja a nuestra piedra tras su primer corte, cuando la convertimos en nuestros bloques o tablas. Una vez en este formato, pasamos a una nueva fase en la que se termina y se corta en función de las necesidades de cada proyecto y cliente.
El acabado al corte permite que mostrar la tonalidad de la piedra en su forma más natural. Por otro lado, la textura, al estar prácticamente extraído del primer corte, se muestra relativamente rugosa debido a los pequeños relieves que se producen durante el corte, tanto las lamas de los telares, como los discos para cortar los bloques y en propias mesas de corte.
A pesar de que estos pequeños relieves apenas se aprecian a simple vista, destacan en el tacto de la piedra. En este sentido, siempre debemos comunicar al cliente que la superficie que va a recibir puede llevar esas discadas y marcas características de esta terminación.
Por último, es importante señalar que esta textura o terminación, para espacios exteriores en pavimentación, cumple con la normativa de obligado cumplimiento que clasifica los pavimentos exteriores con su rango más restrictivo que se llama C3.
Nuestros proyectos:
Nuestro acabado al corte está presente en numerosos puntos de la geografía de la península, desde Getxo, Portugalete, Llanes e, incluso en las calles de Valencia.
Por sus características, lo encontramos en fachadas en las que el ambiente llega a ser realmente hostil, así como verse afectado por la salinidad del ambiente.
De Igual manera, consigue un aspecto rústico presente en fuentes y otros elementos ornamentales.
Por otro lado, es un material muy presente en pavimentos por su dureza y sus características, que lo convierten en un material muy resistente al desgaste propio de los vehículos, además de ser un material antideslizante natural.