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Como os hemos contado, una de las propiedades por las que más destaca la piedra natural es por su duración en el tiempo. Más allá de su interesante aportación desde un punto de vista estético, por su adaptación tanto para interiores o exteriores, o su capacidad para formar parte de construcciones en las que se necesita una especial resistencia al entorno, la piedra natural es un elemento cada vez más demandado también por tratarse de un material que asegura una duración extraordinaria.

No obstante, como todo material, requiere de algunos cuidados que, al margen de ayudar a mantener su estado en las mejores condiciones, también nos ayudará a que su duración sea mucho más prolongada en el tiempo.

Es cierto que, en comparación con otros materiales, requiere menos cuidados, pero no debemos descuidar algunas claves para su limpieza y mantenimiento.

¿Cómo podemos realizar un correcto mantenimiento de la piedra natural?

Una parte esencial para el buen cuidado de nuestra piedra natural se encuentra en su limpieza. No debemos olvidar que se trata de un material natural por lo que, inevitablemente, también sufrirá el desgaste propio del paso de los años.

Recomendamos que la limpieza se haga siempre con agua y jabón neutro, o en su defecto con los kits especiales para su limpieza. Una de las ventajas que ofrecen algunos de estos productos es que, junto a la limpieza, crearán un sellado que servirá para reforzar la protección de la piedra. Sin embargo es especialmente recomendable evitar los productos que contengan cloro o productos químicos o abrasivos ya que podrían dañar la piedra.

Cuando hablamos de piedra natural instalada en interiores, por ejemplo, cocinas o cuartos de baño, y en base a la porosidad del acabado seleccionado, es importante que las manchas que se puedan producir se eliminen lo antes posible para evitar que penetren en la propia piedra.

Si en cambio, se trata de la limpieza de piedra instalada en zonas exteriores, al margen de no utilizar productos que puedan resultar abrasivos o ácidos, puede ser recomendable utilizar alguna clase de tratamiento hidrófugo que sea respetuoso con los materiales.

La importancia de una buena instalación

Aunque pueda resultar obvio, el primer paso para un buen mantenimiento y asegurar la mayor duración posible, reside en una correcta instalación.

A nadie se nos escapa que, en ocasiones, tenemos tendencia a intentar reducir en la medida de lo posible los costes e intentar hacerlo con nuestras propias manos o contar con la ayuda de personal no cualificado.

En este caso más aún, os recomendamos que la instalación siempre cuente con un profesional por varios motivos.

En primer lugar, un profesional siempre podrá aconsejar sobre cuáles son los materiales más indicados para realizar las instalaciones, así como cualquier complemento que, utilizado de origen, nos ayude con su conservación y mantenimiento. Además, serán los responsables y tienen en conocimiento sobre las especificaciones de cada piedra natural y los diferentes acabados que pueden ofrecer y los requerimientos de cada uno de ellos.

En Arival estamos disponibles para cualquier duda que tengáis al respecto.

 

No dudéis en contactar con nosotros y nuestro equipo os asesorará en todo lo que necesitéis.