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¿Y si hubiera llegado el momento del cambio?

Como sabéis, una de nuestras preocupaciones está en dejar el mejor legado posible para las futuras generaciones.

Para ello, entre otras cosas, el origen natural de nuestra propia piedra estamos seguro de que contribuye a un cambio positivo capaz de crear un impacto en nuestro medio ambiente.

En este sentido, en un momento en el que el parece que cada vez se empieza a reactivar la construcción, nos planteamos si sería posible crear una auténtica revolución gracias a la utilización de materiales sostenibles.

¿Es posible un cambio a través de la utilización de materiales sostenibles?

En este sentido, vamos a lanzaros una pregunta. ¿Creéis que se puede lograr un verdadero cambio a través de los materiales utilizados?

Por ejemplo, según un estudio presentado hace muy pocos días por la Escuela de Estudios Ambientales de la Universidad de Yale (USA), señala que una “revolución” en la que los materiales sostenibles sustituyan a otros como el cemento y el acero en las construcciones,  evitaría las emisiones de gases de efecto invernadero y, a la vez, convertirían a los edificios en sumideros de carbono, ya que almacenan el CO2 tomado del aire por los árboles que se cosechan y se utilizan como madera de ingeniería.

Parte del estudio se basa en la afirmación de que la urbanización y el crecimiento de la población crearán una enorme demanda de construcción de nuevas viviendas y edificios comerciales, por lo que la producción de cemento y acero seguirá siendo una fuente importante de emisiones de gases de efecto invernadero si no se aborda adecuadamente y en la posibilidad de que este riesgo para el sistema climático global pueda acabar por transformarse en un poderoso medio para mitigar el cambio climático si se incrementa sustancialmente el uso de la madera de ingeniería para la construcción en todo el mundo.

Para ello, según matiza el propio estudio, deberían darse dos circunstancias:  que los bosques explotados se gestionen de forma sostenible y que la madera de los edificios de madera demolidos se conserva en la tierra de diversas formas.

La piedra natural, eje fundamental en la sostenibilidad en la arquitectura

Por nuestra propia experiencia, podemos afirmar que la utilización de materiales de origen natural, como es la piedra natural de Arival cuyo origen se sitúa en nuestra cantera, genera un impacto mucho más positivo y mucho menos dañino para nuestro entorno.  Nuestros productos cuentan con la certificación de “verdadera piedra natural”, creado con el objetivo de acreditar la calidad de la misma y concienciar a los consumidores, y que, además, acredita su origen totalmente natural y sin el uso de procesos químicos en la fabricación y la consiguiente emisión de contaminación en nuestro ecosistema.

En este sentido, los principales beneficios de la piedra natural en relación con su impacto en nuestro ecosistema, y por lo que cada vez se trata de un material mucho más valorado y tenido en cuenta, son:

  • Durabilidad:

Su composición a hacen un material resistente al paso de los años, por lo que permite construcciones mucho más longevas en el tiempo y un mantenimiento mínimo. Además, es un material que se muestra extremadamente resistente a los distintos ambientes que se puede encontrar, desde ambientes húmedos, salinos, mucho más expuestos al sol o al frío más extremo. Como habréis visto, es frecuente que compartamos con vosotros ejemplos de construcciones milenarias cuta base es la piedra natural y como han sido de resistir al paso de los años hasta la actualidad.

  • Reutilizable:

Debido a su durabilidad, se trata de un material con una vida útil mucho mayor que otros materiales, pudiendo ser utilizado de nuevo, incluso en un nuevo proyecto y aumentar su uso en el tiempo de una forma mucho más prolongada. Además, como hemos visto, para la producción de los bloques y materiales son se emplean químicos ni sustancia que puedan ser lesivas con el entorno, por lo que contribuyen a la sostenibilidad del planeta.

  • Eficiente:

Una de las ventajas de la piedra natural es su enorme masa. Esto la convierte en un excelente aislante y conductor térmico tanto para el calor como para el frío, consiguiendo una disminución económica en las facturas y consiguiendo elevar la eficiencia energética de las viviendas.

Podríamos decir que la piedra tiene la capacidad de acumular calor y que este se vaya distribuyendo de forma pausada, de forma que consigue que las temperaturas sean siempre uniformes y agradables. Esto es aplicable a las temperaturas que podemos recoger desde el exterior, tanto si hace frío como calor, o las que podemos producir dentro de una vivienda con aires acondicionados o calefacciones.