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Hoy en día existe una tendencia cada vez más creciente hacia los pequeños detalles. Ya no solo en el diseño del interior de los espacios, también en su construcción y el diseño de los propios proyectos.

Buscamos cada vez más crear una experiencia, ya sea en grandes edificios, espacios comunes de las viviendas o los rincones más íntimos.

La arquitectura, en muchos casos, ya no es solo la responsable de diseñar proyectos, edificaciones o espacios y ponerlos en marcha, también está cada vez más presente en la creación y diseño de esas experiencias, podríamos decir sensoriales, que muchas veces se buscan para los proyectos más personales.

¿Es la búsqueda del tacto una nueva tendencia arquitectónica?

Si pensamos en el tacto, seguro que todos caeremos en la cuenta de su importancia. Aunque a veces no nos demos cuenta de que es, probablemente, junto a la vista y el oído, el sentido que más veces ponemos en práctica al día, pensad en cualquier gesto cotidiano como buscar las llaves en un bolsillo, mandamos un WhatsApp o simplemente cambiamos el agua del grifo por la mañana para sentirla más caliente, nuestro cerebro está mandando a nuestro cuerpo todo un carrusel de sensaciones de las que, muchas veces, no somos conscientes.

Si hacemos un pequeño ejercicio por intentar extrapolar estas sensaciones, por ejemplo, cuando entramos al interior de un edificio, seguro que los materiales que vemos alrededor nuestro nos generan una sensación. Colores cálidos, materiales en las paredes que nos pueden dar sensación de frío, incluso la propia decoración nos puede trasladar una sensación que invite a ser más acogedora o ciertamente distante.

En este sentido, cada vez es más frecuente buscar esta clase de contrastes que buscan generar estas sensaciones, romper con lo establecido y crear esa atmósfera envolvente en la que los edificios deben, bien por su exterior o su interior, buscan crear esa atmósfera que nos envuelta y nos transmita. Crear en las personas cierta curiosidad por acercarse a los materiales, detenerse a observar de cerca y, por qué no, hasta tocarlos para sentir en las manos los materiales que nos rodean y han despertado esa curiosidad en nuestro interior.

La selección de los materiales, clave en nuestra respuesta

Cualquier proyecto en el que pensemos seguro que nos genera un acto reflejo que nos evoca una sensación. Da lo mismo que sea un edificio moderno en pleno casco urbano de una ciudad, una pequeña casa rural, un cuarto de baño totalmente de diseño o un salón de una casa con chimenea diseñado para resulte el ambiente más acogedor o cálido posible.

Cualquiera de ellos genera una respuesta en nuestro cerebro que nos produce una sensación diferente.

A través de los distintos materiales y sus texturas, la arquitectura busca crear esa imagen que nuestro cerebro asocia con diversas sensaciones.

Por ejemplo, el uso de piedra natural en sus diversos acabados, nos pueden transportar desde un ambiente totalmente industrial combinado con espacios abiertos, diáfanos y combinados con metales, hasta el calor del hogar en su combinación más natural en el diseño del interior de una vivienda. Incluso la combinación de ambas en distintas estancias de una vivienda, nos generan esa sensación en la que pensamos que hemos cambiado por completo de lugar.

 

Os invitamos a visitar nuestra web para que podáis conocer más sobre nuestros materiales y acabados.

Nuestro equipo está totalmente disponible para ayudaros en cualquiera que sea el proyecto.

No dudéis en contactar con nosotros y juntos encontraremos las mejores soluciones.