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“NUESTRA PIEDRA ES SIEMPRE IGUAL, NUNCA CAMBIA”

Esta es una idea que hemos defendido contra viento y marea desde los inicios de Arival, y, creednos, no siempre ha resultado fácil.

Tal vez, cuando una persona que no pertenece a nuestro sector, se plantea la conveniencia de un material u otro, o la utilización de un acabado con unas características determinadas, es muy probable que no sepa todo el esfuerzo que hay detrás y, lo que es más importante, todas las pruebas y ensayos que se han tenido que hacer sobre esos materiales para garantizar su resistencia y capacidad para formar parte de todo tipo de construcciones.

Suelos, aceras, jardines, viviendas, hoteles o rascacielos, la piedra natural de Arival forma parte de ellos en distintos puntos de la geografía del planeta. Como podéis imaginar, no es lo mismo un jardín o una barandilla de piedra en una ciudad de interior, que lo que tiene que soportar un hotel de 6 plantas en una zona costera en la que la humedad y la salinidad son mucho mayores.

En nuestro caso, la piedra es siempre la misma. Cada año, nuestros productos se someten a los más exhaustivos ensayos técnicos para analizar y verificar su calidad.

Es imprescindible medir su absorción y resistencia en todas las situaciones. De esta forma garantizamos su calidad y duración, verificando que nuestros materiales son aptos y adecuados para cualquier tipo de construcción.

Caso de éxito: ampliación del Puerto de Comillas

Puede que por nuestra proximidad a zonas costeras o zonas en las que la lluvia es algo relativamente común durante todo el año, siempre hemos tenido el cometido de demostrar y poner en el mercado las posibilidades de nuestra piedra.

Os podemos asegurar que el camino ha sido costoso. Es cierto que Arival está presente en el mercado solo desde hace algunos años, pero sabemos que contamos con una piedra histórica y con una herencia de miles de años que la hacen imperdurable y difícilmente alterable.

Recuperamos nuestro proyecto en el Puerto de Comillas ya que realmente significó un pequeño antes y después para nosotros, incluso podemos decir que fue ciertamente estratégico por nuestra parte.

No hay que remontarse muchos años atrás para que la piedra natural no estuviera tan presente como lo está hoy en día, por lo que era frecuente encontrar proyectos con piedra caliza.

Por nuestra parte siempre quisimos estar presentes, como hemos dicho puede que por nuestra localización, en proyectos costeros en los que el componente de la humedad y la resistencia a los ambientes salinos fuera una máxima.

En estos casos, muchas veces nos hemos encontrado con la respuesta ante nuestras propuestas de la duda de que la piedra natural se descompusiera. Nosotros, y en base a los ensayos realizados, teníamos el pleno convencimiento de que no era así y de que nuestra piedra iba a mostrar la resistencia y durabilidad a las agresiones del medio que conocemos sobradamente.

La oportunidad nos llegó hace 7 años aproximadamente con la posibilidad de utilizar nuestra piedra natural en la ampliación del Puerto de Comillas.

Para la realización de la obra optamos por nuestro acabado flameado en los pretiles del muro. El final no ha podido ser mejor, mostrando un resultado intacto y habiendo resistido tanto frente a la salinidad propia del lugar, como al agua del mar y lluvia, y al tránsito y desgaste de los peatones o los vehículos.

En las imágenes os podéis hacer una idea del resultado y estado actual. No obstante, no hay nada mejor que una buena visita in situ. Primero, por ser un paraje maravilloso y con una deliciosa gastronomía, y segundo, para que podáis conocer un poquito de la obra de Arival. No dejéis de visitar Comillas si tenéis oportunidad.